viernes, 25 de marzo de 2011

¿COMO VOLVER UTIL LA FILOSOFIA?

Si se realiza una encuesta en la calle preguntándole a las personas por nombres de científicos famosos probablemente puedan citar a muchos de ellos, es más, si se les pregunta por los grandes descubrimientos de la ciencia posiblemente también puedan citar muchos de ellos. Sin embargo, si se les pregunta por los nombres de filósofos famosos la cosa cambia, podrán citar a Sartre, Nietzsche y alguno más. Si se les pregunta por filósofos modernos de seguro que serían incapaces de dar un sólo nombre, y si se les pregunta por las aportaciones modernas de la filosofía o qué hacen los filósofos hoy, ahí de seguro que no sabrían qué responder.


Tenemos muchos programas televisivos donde se nos muestran los increíbles adelantos de la ciencia, programas que nos interesan en la actividad científica. Pero la filosofía sólo llega a través de libros, libros de gran complejidad, por lo que son consumidos por muy pocos. Supongo que el término "consumidos" debe haber caído mal a muchos lectores, pero la realidad es que consumimos ciencia y no filosofía, y para que nos llegue debemos consumirla de alguna manera, debe volverse necesaria, útil.

Hace poco en un foro de filosofía se preguntó por los filósofos latinoamericanos, se pidieron nombres, nadie supo responder, no se conocen filósofos latinoamericanos, no se sabe si existe una filosofía latinoamericana.

¿Dónde están esos filósofos, qué hacen?

Supongo que la mayoría se dedica a dictar clases en los ambientes académicos especializados, tal vez traten temas como la lógica, la ontología, la filosofía del arte, no sé, algo de eso deben hacer. En muchos centros de estudio se está eliminando la materia Filosofía y los estudiantes se alegran de ello, porque se aburren con esta materia. La mayoría de estos profesores de filosofía no disponen de un pensamiento propio diferenciado y rescatable.

Defensores de un pensamiento que poca utilidad tiene para la vida real de las personas.
Con el paso del tiempo esta filosofía se va alejando cada vez más de la vida real de las personas. En síntesis, la incidencia de la filosofía actual en la vida de las personas es completamente nula. Esto no quiere decir que no existan temas filosóficos de gran importancia, quiere decir que esos temas no son. (Uno de los libros de filosofía peor escritos fue Ser y Tiempo de Heidegger, no porque el tema tratado fuera de una dificultad tan grande sino por el autismo del autor, incapaz de expresarse claramente, incapacidad asociada a la confusión que lo animaba al redactar el libro. Si ese autor en lugar de adoptar la POSE de iluminado donde los demás debían encontrar la forma de acceder a su pensamiento, hubiera tratado de acercar él su pensamiento a los demás, se habría dado cuenta de la inconsistencia de éste.)

Los debates públicos cambiarían la forma en la que se expresan los filósofos, y les proveería de la realimentación necesaria para afinar su pensamiento. Los sacaría del aislamiento sectario en el que hoy se encuentran.

La actividad científica se verifica y realimenta de los logros reales que todos apreciamos en la tecnología. (La ciencia se verifica en sus resultados) La filosofía encontraría en los debates públicos una realimentación similar, pues los temas inútiles, aquellos que no encuentran eco -posiblemente por su inutilidad real- desaparecerían y los que verdaderamente interesan se fortalecerían y diferenciarían.

La forma de volver útil a la filosofía es fortaleciendo dialécticamente a los filósofos, esto se logra en los debates públicos, donde el filósofo se expone y expone su pensamiento. Quien no posea la destreza suficiente para el debate público quedará por el camino. De esta manera la filosofía sí podrá volverse útil y sabremos qué hacen los filósofos.

En síntesis, la ciencia se sostiene por su incidencia real en la vida de todos nosotros, la filosofía ha decaído y se ha vuelto sectaria  porque los filósofos no han sabido permanecer en el mundo real de las personas volcándose, muchos, hacia un pasado de gloria filosófica, donde el estatus de los filósofos era completamente distinto del actual. También es cierto que la filosofía ha entrado en crisis, muchos filósofos modernos están tratando de encontrar un método propio a la filosofía queriéndola diferenciar de la ciencia, pero estos intentos han fracasado todos. La crisis de identidad de la filosofía se debe a su pretensión de diferenciarse de la ciencia, algunos han tratado de convertir la filosofía misma en una ciencia, pero con un objeto específico. La verdad es una sola, y el buscador de la verdad lo hace con lo que puede, por lo que no tiene sentido hablar de un enfoque filosófico diferenciado de un enfoque científico.

La crisis de la filosofía comenzó cuando pretendió diferenciarse de la ciencia, al hacerlo se encontró con que su objeto quedaba reducido a la NADA. Literalmente es así, de ahí que los títulos de obras de mucha trascendencia del siglo pasado tuvieran como nombres El Ser y la Nada. Claro, una vez creada esta distinción artificial entre ciencia y filosofía, el filósofo debía pasar a tratar de señalar que la investigación científica se encontraba de alguna manera subordinada a la filosofía, cosa que claramente no era cierto pues la filosofía académica corrió siempre tras la ciencia.

Esta crisis de identidad de la filosofía nace de la falsa oposición entre ciencia y filosofía.

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